La Huerta de Carabaña abrió en noviembre de 2016. Un concepto gastronómico, dividido en dos espacios que se comunican entre sí, por una cocina a la vista del comensal. El primer espacio es el Restaurante y se accede a él por la calle Lagasca 32. El segundo, es el Bistró que tiene la entrada por Jorge Juan 18. Ahora con la llegada del buen tiempo se suma la Terraza en la entrada del Bistró.
Una terraza que comparte carta con la propuesta más informal del Bistró. Y en la que disfrutar de una gastronomía de calidad en un entorno muy agradable. Puedes desayunar, comer, cenar, disfrutar de un coctel o picar algo a cualquier hora.
Todo empieza en 2007 cuando la familia Cabrera pone en marcha La Huerta de Carabaña para comercializar directamente los productos que cultivan en sus huertas situadas a orillas del río Tajuña en Madrid. Primero venden sus verduras en los espacios Gourmet de El Corte Inglés pero dado el éxito alcanzado, dan un paso más y abren su propio espacio de restauración.
Cocinan, obviamente, las verduras y hortalizas de producción propia, un valor añadido único y poco frecuente en la gastronomía madrileña. Una propuesta muy dinámica que depende de la estacionalidad y de las verduras que cada día les lleguen al restaurante.
Roberto Cabrera dirige gastronómicamente los dos espacios de La Huerta de Carabaña. Y al frente de la cocina esté el chef Ricardo Álvarez, con una larga trayectoria como segundo de Óscar Velasco con 2 estrellas Michelin en Santceloni. La filosofía del proyecto es preservar siempre el sabor natural de las verduras aplicando técnicas contemporáneas.
Platos de la Huerta de Carabaña
La oferta se basa en arroces, brasas, guisos y verduras. Cabe destacar el uso certero de las brasas en casi todos los platos que he probado.
Todas las comidas empiezan con una crema de aperitivo con las verduras de cada temporada. Una rica Crema de calabaza ha sido el arranque de nuestra comida. Para continuar con unas buenísimas Croquetas de jamón ibérico. Jugosas, suaves y llenas de tropezones.
Brillantes las verduras a la brasa como las Alcachofas a la brasa. Tiernas, en su punto y con el inconfundible toque de las brasas, del que yo soy muy fan. Las sirven muy “despeinadas” sin ningún acompañamiento. Simplemente perfectas.
Como perfecto es el punto del Calamar de potera a la brasa, con el que hemos continuado. Acompañado de flores de coliflor, relleno de sus propias huevas y con una salsa espectacular.
Le hemos cogido el gusto a la brasa y seguimos con un último plato de Secreto ibérico a la brasa. Acompañado en esta ocasión por brócoli y un parmentier de patata. Es el plato que más me ha sorprendido por la intensidad del sabor de la carne y la ligereza del brócoli. Una conjugación perfecta.
Postres
Si las verduras están muy presentes en todos los platos, cuando llega el postre con fresas silvestres, aprecias la profundidad del concepto productos de cercanía.
Un postre para enamorarse inmediatamente. Cuajada de leche de cabra y fresas del huerto. Con gelée de limón, nueces saladas y unas fantásticas y sabrosas fresas.
Un servicio de sala estupendo, para disfrutar de una cocina de producto y de sabor en la terraza de una de las calles más gastronómicas y exclusivas de Madrid. Con un ticket medio de 30 euros. Un plan perfecto para este verano.
LA HUERTA DE CARABAÑA
Calle Jorge Juan, 18. Madrid
Teléfono: 910 83 00 07
Precio medio en terraza: 30 euros