Acaba de abrir en el barrio de Salamanca de Madrid y Manosanta ha venido a traer modernidad al concepto de churrería tradicional. Un local minimalista y sobrio que cede todo el protagonismo a los churros artesanos y al chocolate.
Nada hay más castizo que tomar un chocolate con churros en Madrid y nada nos gusta más a los que vivimos aquí que hacerlo. Si además lo disfrutamos en un local chulo, que no huele a fritos mejor que mejor. Esa es la propuesta de Manosanta, un nuevo concepto de establecimiento. Ha nacido la churrería 2.0.
Un local con apenas siete mesas redondas y un gran banco corrido a un lado de las mesas y pufs pequeños al otro, han sido suficientes para que todo el mundo quiera ir a conocerlos. El espacio cuenta además con una gran barra que recorre el local y una zona “el churrero” dónde se hacen los churros a la vista de los clientes.
El toque canalla del local lo ponen los mensajes instalados en los espejos del fondo, invitando a pecar sin remordimientos con sus churros y sus porras y todas las opciones de su carta. En Manosanta todo es artesanal, desde los churros hasta los helados (elaborados en Maison Glacée) y los batidos que elaboran con ellos.
Pecaditos y Pecado mortal en Manosanta
Una oferta variada para pecar mucho en la que además de encontrar los clásicos churros y porras de siempre han creado unos más pequeños que se llaman Pecaditos y que están riquísimos. Unos churros mini de unos 6 centímetros que te comerás como pipas. Son totalmente adictivos. Pero además para que el placer sea máximo puedes dipear con ellos en unas tarrinas pequeñas de dulce de leche, leche condensada o Nutella. Mucho peligro tiene esa opción.
Muy peligroso también el Pecado mortal, una especie de sándwich en los que cada “pan” es un churro en espiral y el relleno un helado artesano. Una pieza muy original, que combina caliente y frío y que te va encantar.
Chocolate de calidad
Imprescindible el chocolate, porque la mejor combinación es tomar chocolate con churros ¿verdad? Distintas opciones para los chocolovers: Chocolate Manosanta, el clásico de toda la vida; el Clarito, con leche, o el Mocha, con un toque a café. Y para los más golosos existe la opción de añadir como extra nata o pequeñas nubes marshmellow.
Completan la oferta con opciones saladas sencillas pero deliciosas como como el Pincho de tortilla; las Tostadas con aceite, aceite y tomate, mantequilla de la sierra y mermelada o jamón y tomate o el Mollete mixto.
Puedes disfrutar tanto en el establecimiento de Manosanta o a través del servicio de delivery a través de Glovo con una carta especial pensada para disfrutar en casa.
MANOSANTA
Dirección: Calle Hermosilla 97. Madrid
Horario. Cierra a medio día. Abierto de: 8:00–12:30h, 17:00–20:30h
Precios: Cubo de Pecaditos: 2,50 euros | Chocolate caliente: 2,90 euros
14 comentarios
Me encantan los churros así que iré a probar
La verdad es que están riquísimos. No tienen nada de grasa
Menudo antojazo nos has creado de is a conocer este sitio.
Los churros están riquísimos y el chocolate también
Madredelamorhermoso me acabo de enamorar! Tengo que ir!
Están deliciosos los churros. Te los recomiendo, sin duda
madre mía, tengo que llevar a los Nicos, que les fascinan los churros. Un abrazo. Celeste
Pues si les fascinana los churros, no lo dudes, están buenínisimos y cero grasientos y para el peque hay nubes y muchas cosas para añadir que le van a encantar
Tendremos que probarlo: mi cachorrita es muy fan de los churros.
Pues os van a encantar. Está en el Barrio de Salamanca. El local no es muy grande, pero es cómodo y los churros son una delicia.
Parece que me esta tentando el lugar, porque hoy ya me ha aparecido en dos sitios y en Fitur conocí hablaron de la churreria y desde entonces tengo ganas de ir, gracias por la recomendación
Merece mucho la pena ir a merendar, por ejemplo, los churros están buenísimos
He oído cosas buenísimas de esta «churrería» y después de leer tu post no me queda más remedio que ir a probar.
Un abrazo
Concha
La verdad es que están ricos, ricos los churros y el chocolate también. Son pequeñitos y se comen como pipas