En los últimos años, la mantequilla ha experimentado una transformación significativa, alejándose de su función convencional en la cocina para convertirse en un fenómeno viral en las redes sociales y un elemento esencial como aperitivo en los restaurantes de reciente apertura.
Hace unos años, la mantequilla se consideraba un lujo reservado para unos pocos. En la primera década de los años 2000, el consumo de margarina superaba al de la mantequilla debido a su precio más competitivo y menor costo de producción.
Nuevos hábitos (y usos) en el consumo de mantequilla
Luis Arquillos, Director de marketing de Mantequerías Arias, destaca que desde 2018 notaron un aumento significativo en el consumo de mantequilla. “En esa época, observamos un cambio en los hábitos del consumidor hacia una mayor demanda de mantequilla, experimentado un crecimiento del 12-15% en volumen. Estas cifras se incrementaron durante la pandemia, cuando todos decidieron hacer dulces”, subraya Arquillo, añadiendo que “a quienes consumen mantequilla les gusta las delicias simples y saludables, disfrutando del placer de una elección consciente”.
Es innegable que hemos retomado hábitos más naturales y tradicionales, pero sin renunciar a la originalidad que nos ofrecen las nuevas tecnologías. Tendencias que arrasan en internet han llevado a la mantequilla a nuevas alturas de creatividad y versatilidad.
Butter Candles, la magia de la luz comestible
Las «butter candles» han cautivado la atención de influencers y amantes de la decoración en plataformas como TikTok e Instagram. Transformar la mantequilla en velas comestibles crea una experiencia visual y olfativa única. La fusión de una luz suave con la fragancia de la mantequilla derritiéndose lentamente ha desencadenado una tendencia de desafíos y tutoriales en línea, consolidándose como una sensación en las redes sociales. Primero haces la vela con mantequilla y luego la enciendes y te la comes mientras se va derritiendo.
Mantequillas caseras de sabores o ‘hazlo tú mismo’ durante la pandemia
Otra tendencia que ganó fuerza durante la pandemia y se ha mantenido es la elaboración de mantequillas caseras de sabores. Este fenómeno se ha convertido en el lienzo perfecto para la creatividad gastronómica. Tras la pandemia, muchas marcas empezaron a ofrecer los utensilios necesarios para elaborarlas. Las opciones varían desde las clásicas con ajo y hierbas hasta combinaciones más audaces como miel y lavanda, alga kombu, calabaza o miso.
Mantequilla, el aperitivo de moda
Olvídate de las aceitunas, las patatas fritas o los frutos secos; lo último a la hora del aperitivo o en las cenas de picoteo es la mantequilla. Servir mantequilla como aperitivo ha sido una tradición más lenta en arraigar en nuestros restaurantes en comparación con otros países europeos como Francia y Holanda.
En nuestro país resulta comprensible dado que destacamos como potencia mundial en la producción de aceite de oliva. En el mejor de los casos, poner mantequilla de aperitivo se encuentra en algunos establecimientos clásicos o de alta cocina. Sin embargo, esta realidad ha experimentado un cambio notable recientemente, impulsado en gran medida por las redes sociales. Ha emergido como la protagonista de los aperitivos, convirtiéndose en una tendencia gastronómica cada vez más presente en nuestra vida cotidiana. Y tú, ¿a qué tendencia te apuntas?