Bodega Miradorio es una de las bodegas de la Cantabria occidental, cerca de Comillas, que ofrece una experiencia de enoturismo muy interesnte. Una visita a los viñedos, una cata en la bodega de sus vinos y una comida tradicional con productos de pequeños artesanos. Un proyecto que ha arrancado hace poco pocos años y que ofrece unos vinos especiales con clara influencia marina.
La Bodega Miradorio está situada el Ruiloba, un pequeño municipio de Cantabria occidental a muy pocos kilómetros del mar Cantábrico. Toma el nombre del acantilado Miradorio, muy conocido y en el que está el famoso restaurante El Remedio, que también hemos visitado durante nuestra estancia en la zona.
Historia del nacimiento de la Bodega Miradorio
Un proyecto que nace de la transformación de un negocio de viveros y plantas reconvertido a bodega. Dejan de cultivar plantas para cultivar viñas al lado del mar. ¿y por qué no? Se plantean sus dueños el matrimonio formado por Gabriel Bueno, tolosano y Esther Olaizola, donostiarra, tomando unos txacolís un día con unos amigos.
En 2013 materializan el proyecto y empiezan a plantar viñas frente al mar. Terrenos que eran monte y que desbrozan para poder plantar las vides en distintas parcelas, todas ellas muy cerca del mar. Algunas como la parcela pequeña que está en el acantilado de Miradorio recibe las olas del mar cuando está bravío. Esta parcela la puedes ver dando pequeño paseo al salir del restaurante El Remedio.
Enoturismo en Cantabria
La experiencia tiene 3 etapas. Las dos primeras van unidas, visita a los viñedos y cata en bodega y hay una tercera que puedes ampliar y quedándote a comer en la bodega con productos gourmet de la zona.
Visita a los viñedos
La experiencia empieza en la bodega, desde ella te llevan en un coche todoterreno a ver uno de los viñedos. Un camino abrupto que necesita de un vehículo potente. La parcela está en lo alto de un monte y desde ella se puede ver el mar a 1 km de distancia.
Todas las vides están plantadas en espaldera y con una fuerte pendiente. El trabajo se realiza manualmente; no hay nada mecanizado. Entonces ¿qué sentido tiene que estén en espaldera que es para las viñas que están mecanizadas? Muy sencillo, para aislarlas de la humedad del suelo y que el racimo se ventile.
En la parcela que se visita hay plantadas dos tipos uvas, por un lado, la variedad Riesling y por otro la Godello. Ambas uvas están permitidas en la IGP Costa de Cantabria que es a la que pertenece la bodega. Completan las plantaciones en las parcelas con otras dos más, la Hondarrabi Zuri (expreso deseo de la dueña de la bodega que es vasca y es la uva con la que se hace el txacolí) y la uva Albariño. Con estas cuatro variedades de uva blanca hacen el coupage de sus vinos.
Vinos de bodega Miradorio
Cuando iniciaron el proyecto en la bodega tenían muy claro que no podían competir con un txakolí o con un albariño. Tenían que crear vinos especiales y diferentes. ¿cómo lo han conseguido? con la mezcla de las uvas, unos coupages únicos y diferente jugando con la acidez y salinidad que da el mar a sus uvas. Con estas premisas han creado sus dos vinos amparados por la IGP Costa de Cantabria.
Mar de Fondo
Mar de Fondo, con una ballena en su etiqueta, hacen un homenaje al puerto ballenero que había en Comillas. Todavía quedan en Ruiloba restos de torres vigías para el avistamiento de ballenas.
Está elaborado con la mejor selección de las cuatro variedades de uva cultivadas en sus viñedos. Mar de Fondo combina la uva Hondarrabi Zuri y la Albariño con la Godello y la Riesling. Una singular combinación con la influencia del mar como protagonista de la que se producen únicamente 8.000 botellas anuales.
De color amarillo brillante, destacan en nariz las frutas cítricas con notas minerales y de flores blancas. En boca, se trata de un vino equilibrado, amplio y profundo, con buena acidez y un final marcado por su amable salinidad. Cantábrico en estado puro.
Tussío
Tussío hace referencia a una zona de baño cercana a la bodega, de costa agreste, a la que se accede bajando un acantilado que solo conocen los locales. En esa zona hay muchos pulpos, de ahí la representación de este animal en la etiqueta de la botella.
Este vino de Bodegas Miradorio es perfecto para tapear y tomar en una barra nace de la combinación de las variedades Hondarrabi Zuri (70%) y Albariño (30%). Un vino fresco y aromático, con marcada personalidad y un color amarillo limón brillante. En boca desvela esencia de fruta combinada con una acidez controlada que inmediatamente te hace salivar y te proporciona una agradable frescura.
Visita a la bodega y Cata de vinos
Una vez terminada la visita en el campo se vuelve a la bodega en la que vamos a encontrar varias zonas. Al entrar una tienda con productos gourmet de Cantabria, una zona de barra y un comedor con mesas y una sala de cata. En la planta de arriba hay una sala grande para eventos. Y cuenta además, con una preciosa terraza exterior en la que puedes disfrutar de una comida o una copa de vino debajo de un emparrado de viñas.
Empezamos por la sala de elaboración de la bodega en la que se explica todo el proceso de elaboración del vino para pasar luego a la sala de catas. En ella se hace una cata de los dos vinos blancos de la bodega, Mar de Fondo y Tussío y un tercer vino que la propia bodega produce en tierras riojanas, un tinto llamado Oureas de la DO Rioja, elaborado 100% con uva tempranillo procedente de una parcela de 6 hectáreas que tienen en la Rioja alavesa.
Menú degustación Tradición
Esta tercera parte de la visita es opcional, pero puedes quedarte a comer en la bodega y disfrutar del menú basado en los productos artesanos cántabros y que son los que tienen disponibles en la tienda.
El menú consta de varios aperitivos empezando por unas anchoas del Cantábrico. Llega después una tabla con un amplio surtido de quesos y embutidos ibéricos cántabros, todos riquísimos para finalizar con el tradicional cocido montañés. Todo ello maridado los vinos de Bodegas Miradorio y finalizando con una quesada pasiega y un café de puchero.
Una experiencia completa en la que te recomiendo quedarte a comer en la bodega y disfrutar de la gastronomía cántabra más auténtica. Tiene buen precio y luego puedes alargar la velada en la terraza, bajo el emparrado con un café o con otra copa de vino.
BODEGA MIRADORIO
Dirección: Ctra. Liandres al Castillo, s/n. Ruiloba (Cantabria)
Teléfono: 942 722 622 – 653 873 425
Precio: visita al viñedo + cata: 20 €
Precio: visita al viñedo + cata + menú degustación: 40 €
Fecha visita: agosto 2022

8 comentarios
Menudo planazo más fantástico. Tomamos buena nota de él para organizar una escapada. Gracias!
Es un planazo. No os lo perdáis cuando estéis por la zona. Lo hemos pasado genial
Un reportaje estupendo de las bodegas, muy bien detallado, y esa opción de quedarse a comer es un buen broche para redondear la visita.
Sí, yo recomiendo totalmente quedarse a comer para redondear la experiencia
No conozco esta bodega, gracias por la recomendación
Es relativamente nueva, pero es verdad que los vinos de Cantabria se conocen poco
Muchas gracias por la recomendación, una region que nos encanta y pinta todo genial.
Pues para el próximo viaje es muy buen plan