La historia de esta familia de bodegueros y viticultores se remonta a 1820 con la primera generación Sanz. En la actualidad, la sexta, formada por los tres hermanos Sanz (Alejandra, Marco y Richard) son los artífices de Bodegas Menade. Son los hijos de Antonio Sanz, emblemático enólogo y uno de los precursores de la Denominación de Origen Rueda.
Richard, el enólogo de la bodega y quien nos recibe en la visita, nos cuenta, que su familia no solo producía vino, vivía del vino, que es muy diferente. No era una actividad complementaria, ha sido su actividad principal durante 200 años.
En el año 2005, los tres hermanos deciden empezar un proyecto propio desvinculándose del proyecto familiar con la idea de recuperar lo mejor de su pasado y fundan Bodegas Menade. Alejandra es la encargada de comunicación, marketing y exportación y Marco es el responsable de la viticultura.
Puedes ver un vído de la visita a la bodega aquí.
Bodegas Menade
Vamos a conocer un poco más de la historia de esta familia de bodegueros empezando la visita por la bodega que tienen en La Seca: Secala-Menade 1820, para desplazarnos después a Rueda a la nueva bodega inaugurada en 2005 ambas en la provincia de Valladolid.
Secala-Menade 1820
Según entras a la altura de la calle, la bodega alberga una sala de cata y un orfanato de libros: un espacio para guardar todas aquellas publicaciones que los años han relegado al olvido. Te va a sorprender un montón cuando entres a la bodega las enormes estanterías de libros.
En el piso inferior de la bodega conserva la arquitectura propia de sus inicios, con galerías subterráneas y túneles. Es un lugar perfecto para que las barricas, tinas y las botellas históricas reposen en paz debido a las condiciones de temperatura y humedad homogéneas durante todo el año.
La bodega, en la actualidad, elabora los vinos en las mismas instalaciones donde, ya en 1820, lo hacían sus antepasados. Una bodega subterránea excavada en la roca a principios del Siglo XIX ubicada en el centro histórico de La Seca. Los túneles se han ampliado para poder guardar botellas de añadas antiguas, grandes formatos, tinajas y reactivar el sistema de criaderas y soleras. Su reto es lanzar nuevos vinos de solera tal y como se hacían en 1900. Richard nos dice que “Son los vinos que se empezaron a hacer en Rueda, desde siempre, sin sulfitos”.
Bodega en Rueda
La segunda parte de la visita nos obliga a dejar el pueblo de La Seca para desplazarnos a Rueda. Allí en un paraje denominado Menade, se ubica el viñedo que dio nombre al proyecto, que iniciaron los 3 hermanos. También allí construyeron la bodega. Un edificio sencillo y moderno, cómodo para trabajar y donde se llevan a cabo las fermentaciones de los vinos en numerosos depósitos para elaborar de forma parcelaria.
El diseño de la bodega está pensado para reducir el impacto medioambiental. Desde la instalación de placas solares en los tejados para autoconsumo, al empleo de cartuchos de papel de celulosa, reciclables y no contaminantes en el filtrado de los vinos. También utilizan las botellas más finas del mercado para reducir la huella de carbono. Pero no solo en los aspectos energéticos y ambientales está su aporte, lo más importante es su forma de trabajar el viñedo. Son los primeros que han conseguido la certificación ecológica de la bodega y del viñedo en la D.O. Rueda.
Alianza con la naturaleza y recuperación de “la Verdeja”
Con el fin de buscar vinos más singulares y personales, hace una década reinjertaron todo el viñedo con su propio clon de uva verdejo, históricamente denominado ‘Verdeja’ por los viticultores.
La morfología de la verdeja es diferente a cualquier clon de vivero. Procede de su viñedo más antiguo, situado en Pollos, que fue plantado en 1890. El racimo es más pequeño y suelto, las bayas tienen una piel más gruesa, por lo que está más protegida contra el ataque de enfermedades. En boca, los mostos de Verdeja son más rústicos y salvajes, mostrando una mayor intensidad de aromas a hierba verde fresca, hinojo, heno. Con esta verdeja recuperada elaboran sus vinos.
Bodegas Menade y su forma de trabajar en ecológico
La metodología de trabajo ha sustituido los tratamientos químicos por otras técnicas naturales, más respetuosos con el suelo, la vid y las levaduras. En Bodegas Menade incentivan la vida en los ecosistemas circundantes para que la fauna y la flora faciliten la no aparición de enfermedades fúngicas.
Por un lado, permiten el crecimiento de la cubierta vegetal natural en líneos intercalados, con la finalidad de mantener los recursos hídricos del suelo. En el resto de líneos cultivan su propia cubierta vegetal. En función del año, apuestan por cereal, leguminosa u otras plantas que aportan nutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio…) de manera natural al suelo. En los últimos años, el equipo de campo también emplea ozono, es decir, agua (H2O) pero con una molécula más de oxígeno, un efectivo desinfectante totalmente natural y cero invasivo.
Hotel de insectos
Otras prácticas ecológicas que emplean es mantener una ‘buena relación’ con la fauna circundante para conseguir que sea el propio ciclo natural el que mantenga un viñedo sano. Emplean la técnica de confusión sexual para luchar contra el ataque de la polilla del racimo e incentivan la población de fauna útil (como las mariquitas) que son depredadores de otros insectos no beneficiosos.
Para ello, disponen de jardines de polinización en distintas ubicaciones dentro del viñedo, con el objetivo de que crear reservorios de fauna útil u hoteles de insectos. Allí se alojan más de 40 especies endémicas de Castilla y León.
Granja Menade
En esta zona castellana marcada por la desertificación en Bodegas Menade decidieron poblar sus fincas de animales, no solo insectos, sino también mamíferos y aves. En la Granja Menade viven cuatro burros de raza zamorana (en peligro de extinción), ocas, gallos, gallinas, pavos reales, perros… Todos ellos contribuyen a mantener un viñedo vivo y un suelo sano. Cuando llegues a la bodega te recibirán las ocas, podrás ir a ver los burros y las gallinas y los pavos, que están por allí pululando.
Todas esas prácticas repercuten en el resultado final de los vinos, pues además de saber bien, sientan bien, nos dice Richard: “elaboramos vinos libres de alérgenos y de histaminas”.
Los vinos de Bodegas Menade
Sus 8 referencias abarcan distintos tipos de uvas. Desde verdeja (Menade Verdejo, Nosso y La Misión) pasando por la sauvignon (Menade Sauvignon Blanc y Menade Sauvignon Dulce). El tempranillo está representado con Nossa. Las joyas de la casa Sobrenatural (verdeja con crianza de más de tres años) y Adorado (solera de 1967 elaborado con verdeja y palomino). Ahora están inmersos en lanzar nuevos vinos de solera tal y como se hacían en 1900, como se hicieron siempre en Rueda.
Para finalizar, queremos destarcar las etiquetas de los vinos, donde los protagonistas son los animalillos que pueblan sus viñedos, desde los burros a las ocas, pasando por los conejos o los caracoles.
Verdejas
Elaboran 3 vinos diferentes.
- Menade Verdejo, es fresco y salvaje. Representa la frescura y el lado más salvaje de la variedad verdejo. La uva procede de distintas parcelas. El vino fermenta en depósito de acero inoxidable con levaduras salvajes.
- Nosso, es natural y puro. Los ancianos de la zona de Rueda dicen que “sabe a Verdejo de los de antes”. Nosso supuso un punto de inflexión en la historia de Bodegas Menade. Un Verdejo natural, sin adición de sulfuroso ni en el campo ni en bodega, sin tratamientos de azufre ni cobre. Con fermentación maloláctica espontánea se trasiega y cría sobre sus lías durante 2 o 3 meses con unos meses de crianza en botella.
- La Misión, verdeja centenaria con aromas del auténtico Verdejo, presentan una rusticidad, pero también mayor autenticidad. Tras iniciar la fermentación con levaduras salvajes en depósitos de acero inoxidable, el vino se cría, parte en barricas de roble francés, parte en tinas y otra parte en tinajas de barro. Tras una crianza de 10 meses, La Misión se embotella y finaliza con un reposo de dos años.
Sauvignon Blanc
- Menade Sauvignon Blanc, exótico y mineral. Una variedad foránea adaptada a la climatología y suelos de la zona desde hace décadas que proporciona un vino agradable y fácil de beber. La uva Sauvignon Blanc ofrece en Rueda aromas más tropicales y a fruta de hueso, que combinan con la mineralidad del suelo. La fermentación alcohólica se lleva a cabo con levaduras naturales en depósitos de acero inoxidable y después permanece un breve periodo de tiempo con sus lías antes de ser embotellado.
- Dulce Menade, festivo y con chispa. La fermentación alcohólica se realiza con levaduras naturales en depósitos de acero inoxidable, pero se para mediante la bajada de la temperatura cuando el vino tiene una relación equilibrada entre el grado alcohólico y el azúcar residual. Un vino goloso, pero fresco y con acidez, para tomar de aperitivo o de postre.
Tempranillo
Nossa, fresco, con mucha fruta, pensado para disfrutar sin complejos. Se elabora con Tempranillo y un pequeño porcentaje de variedades blancas de viñedos prefiloxéricos con más de 100 años, ubicados en la zona de Toro
Nuestros orígenes, las joyas de Bodegas Menade
- Adorado es un vino con crianza biológica y oxidativa, procedente de una solera de 1900, creado en la bodega histórica en Secala-Menade 1820 con la tecnología más austera, las manos. Sus antepasados elaboraban este tipo de vinos en los depósitos de hormigón situados en las cavas, donde, de forma natural, se creaba velo de flor debido a las condiciones de humedad y temperatura, constantes durante todo el año. En la actualidad cada año recibe una pequeña pócima de rejuvenecimiento, de Verdeja y Palomino, pero de vendimia algo tardía, para que la uva tenga un mayor grado alcohólico y no encabezar. El velo de flor se genera naturalmente y nunca desaparece.
- Sobrenatural, sobrevivir al paso del tiempo 100% Verdeja. La fermentación se desarrolla con levaduras autóctonas y, después, la fermentación maloláctica con bacteria salvaje, sin adición de sulfuroso. Se afina después en la cueva de Secala-Menade 1820 durante un mínimo de 30 a 36 meses en tinas (barricas grandes) y en tinajas de barro bajo velo de flor. Después, reposa de 16 a 24 meses como mínimo en botella. Una verdadera obra de arte.
Enoturismo con distintas experiencias
La bodega ha hecho una apuesta fuerte por el enoturismo. Ofrece distintas experiencias que varían según la época del año. La más completa y exclusiva es el que hemos hecho nosotros. Se llama La Custodia. Se visitan las dos bodegas, la antigua y la nueva. En la antigua se degustan vinos únicos directamente de las barricas. Se catan 3 vinos de guarda: La Misión, Sobrenatural y Adorado.
A continuación, se visita Menade en Rueda, que concluye con una cata de 5 vinos armonizados con tapeo elaborado por productores locales en el espacio de la bodega llamado La Cantina. Allí también hacen eventos privados. Los vinos que se prueban allí son: Menade Verdejo, Nosso, Menade Sauvignon Blanc, Dulce Menade y Nossa.
BODEGAS MENADE
Dirección: Ctra. Rueda – Nava del Rey, Km 1. Rueda (Valladolid)
Teléfono: 983 103 223
12 comentarios
Siempre gusta visitar una bodega y cuando ésta, además, es ecológica con todo lo que conlleva y tiene esa relación tan estrecha entre la naturaleza, las vides. los animales, e insectos, gusta mucho más
Sí, se disfruta mucho la visita, es una de las bodegas más interesantes que he ido
Conocemos su vino verdejo y nos gusta muchísimo. Ahora iremos probando sus otras variedades.
Pues los de velo de flor son un espectáculo. Realmente buenos
Qué experiencia poder degustar el vino directamente de la barrica.
Sí, es de las cosas más bonitas que puedes hacer en una bodega
De Menade era uno de los primeros vinos blancos ecológicos que probé y me enamoró.
Yo también estoy enamorada de los vinazos de Menade. Me encantan
Grandes vinos los de esta zona
Sí y esta bodega lo hace muy bien.
Que bodega más interesante, no la conocía , es muy bonita y seguro que los vinos son geniales. Me guardo la información para ir a visitarla.
Un abrazo
Concha
De las mejores bodegas que he visitado en cuanto a su filosofía y modo de trabajo. Me encantó